Hola a tothom!!!!!,
El títol ja ho diu tot però val la pena fins i tot de llegir-lo fins
al final doncs és una lliçó que ens dóna la Beatriz Puerta , tot i les
seves idees de que és espanyola, viu a Barcelona., és del Real Madrid,
parla castellà i no se sent catalana. Toma ja!!!!!, però la seva
reflexió és d'una persona molt intel.ligent!!!!!.
Espero que us agradi.
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Soy española, vivo en Barcelona, soy del Real Madrid, hablo
castellano y no me siento catalana. Pero mañana votaría sí a la
independencia de Cataluña.
No entiendo de Política, no me sé la constitución. Entiendo de personas.
Las personas se entienden cuando se respetan, se toleran y se escuchan.
Las personas se casan porque en un determinado momento se enamoran y
deciden por ambas partes compartir sus vidas, sus beneficios y sus
penas. Compartir, tolerar y respetar. En lo bueno y en lo malo.
Pero a pesar de lo prometido a veces se rompe el amor, sin
intencionalidad, sin maldad, con todo el dolor de nuestro corazón. Y
se puede romper por ambas partes o sólo por una. En ambos casos hay
divorcio, de mutuo acuerdo, de malos modos. Pero nunca se obliga a
nadie a quedarse en un matrimonio en contra de su voluntad. Si una de
las partes se quiere ir, se va. Con todo el dolor de nuestro corazón.
Y en el supuesto caso que pretendiéramos que se quedara, que debiera
recapacitar y renunciar a su libertad, ¡no se le amenaza, se le
infravalora, se le ignora, se mal juzga o se le deja de respetar! En
ese absurdo caso sólo se consigue el caso opuesto: más determinación.
La decisión de independizarse ya no sale de su razón, de su reflexión
o decisión.
Sale directamente de su corazón. Primitivamente.
¡Secuestro amigdalar!
Han ofendido su autoestima, su sensación de país. Su orgullo.
Soy madre de tres niños, han nacido y se están criando aquí. Yo soy
española, siempre lo seré, viva donde viva. De igual manera que si
viniera un japonés a vivir a España siempre sería japonés. La
nacionalidad se forma en un determinado momento de nuestra infancia,
percibo, supongo.
Ellos decidirán su nacionalidad y si quieren, deciden, optan o sienten
que son catalanes por encima de cualquier cosa, no pondré reparos. No
serán menos ni más que nadie.
Pero por delante de las banderas estamos las personas.
Y por delante del patriotismo debería ir el sentido común y el respeto.
Hablo desde mi experiencia y las peores traiciones no me las ha hecho
ningún catalán. Pero la mayor lealtad si la he vivido en esta tierra
con esta gente.
Y no entiendo de política, pero creo que hubiera sido más rico para la
historia de España respetar a Cataluña como tal, como ellos se
sienten, con su riqueza de cultura, gente y generosidad. Respetarla y
tratarla por su valía.
Pero sospecho que ya es tarde.
Un poquito de respeto de vez en cuando no viene mal.
Por todo ello mañana yo votaría sí a la independencia de un "país" que
no quiere formar parte de otro, simplemente porque no se siente
respetado.
Tan simple como la vida misma.
Beatriz Puerta