Thursday, July 27, 2023

Gat Cossos Llista Cívica (castellà)

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EL FUTURO DE LA ANC


Comandos GAT: así prepara el soberanismo a los nuevos 'guardianes' de la república
El Moviment per la Independència prepara una reconversión de la ANC y de Òmnium. Considera que los líderes del 'procés' que pasaron por la cárcel "están incapacitados para mantener su actividad política en primera línea"
Foto: Imagen de archivo de una protesta independentista. (EFE/Enric Fontcuberta)
Imagen de archivo de una protesta independentista. (EFE/Enric Fontcuberta)
Por A. Fernández. Barcelona
22/06/2023 - 05:00
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El independentismo catalán se reorganiza para el próximo curso político tras las elecciones, donde las perspectivas son negativas. Este martes, la plataforma Moviment per la Independència (MxI) realizó un acto en el emblemático Ateneu de Barcelona para preparar la Segunda Conferencia por el Estado Propio, que pretende celebrar a finales de septiembre y cuya clausura está prevista para el 30 de ese mes, un día antes del aniversario del referéndum ilegal. En esa conferencia, donde participarán los principales movimientos soberanistas, se establecerá una hoja de ruta para la secesión que quiere involucrar a todos los actores políticos y sociales a favor de la independencia. Cabe resaltar que la Primera Conferencia tuvo lugar en 2011 y provocó el nacimiento de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) como el principal actor del independentismo. Ahora, esta segunda conferencia quiere finiquitar a la ANC y cambiarla por otro instrumento. O, al menos, cambiar su estrategia y reconvertirla en otro acicate que agite de nuevo las calles.

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Antonio Fernández. Barcelona
La hoja de ruta del MxI, a la que ha tenido acceso El Confidencial, destaca que “los nueve presos políticos indultados están incapacitados para mantener su actividad política en primera línea”. Les pide “responsabilidades políticas”, a la vez que alaba la estrategia del “exilio” del que optaron por marcharse, entre ellos Carles Puigdemont. Aboga por volver a “mostrar la fuerza del apoyo popular en la calle, tanto en manifestaciones multitudinarias como en acciones espectaculares que tengan eco mundial”. Esas movilizaciones “han de ser acciones muy bien planificadas, con mensajes claros y que tengan el reconocimiento y la aceptación de la mayoría de la sociedad”.
 Los nuevos actores de agitación ya no serán la ANC o Òmnium Cultural. Ni siquiera los comités de defensa de la república (CDR). Serán los Grups d’Acció Territorial (GAT), una especie de escuadrones o comandos de control de territorio, una especie de guardianes de la revolución que asumirán competencias de control y defensa del territorio y la población. Se trata, detalla la hoja de ruta, de grupos especializados “que por un lado deberán elaborar la estrategia correspondiente y llevar a cabo la formación y preparación en los métodos de la lucha noviolenta y, por otro, identificar los puntos neurálgicos del país que han de quedar ocupados y protegidos, en cualquier circunstancia, desde el mismo momento de la instauración de la República Catalana en territorio propio”. El documento considera a los GAT una pieza clave e imprescindible “en el proceso de llegar a la instauración de la República” y también “serán la base de su defensa posterior, una vez proclamada, sin tener que ceder esta función a un ejército profesional”.
Colonizar los espacios públicos
Los GAT estarán estructurados, afirma el documento, “como un sistema Civil de Defensa Noviolenta Catalana “y serán decisivos para el reconocimiento internacional de la nueva República en materia de seguridad y defensa”. En el ámbito de las movilizaciones callejeras, la hoja de ruta subraya que es preciso “convertirlas en actos para iniciar y promover campañas de lucha noviolenta, de no cooperación, de desobediencia, de construcción de soberanías… que toquen pilares de poder, como las anunciadas en los proyectos 5 y 6”.
placeholderLazos amarillos en un edificio público de Barcelona. (EFE/Quique García)
Lazos amarillos en un edificio público de Barcelona. (EFE/Quique García)
Esos proyectos se refieren a la colonización de los espacios públicos y a movilizaciones permanentes “que promuevan la presencia en carreteras y calles de nuestras villas y ciudades de banderas, escudos, pancartas, lemas y todo tipo de símbolos, tanto en espacios públicos como privados que hagan patente la desconexión de Cataluña y su distanciamiento del Estado español”. También se refiere a “movilizaciones especiales”, en acciones “muy bien planificadas” que puedan “perturbar el normal funcionamiento de la ciudad, barrio o población afectada”. La estructura territorial de la ANC sería fundamental en este tipo de acciones. Porque el protagonismo de los GAT no significa que se menosprecien las actuales estructuras independentistas. “La ANC, los consejos locales de la República, la Asociación de Municipios por la Independencia, los CDR y otras de carácter sectorial o territorial tomarán mayor protagonismo en la nueva etapa, en que es precisa una mayor especialización y discreción. En la mayoría de los proyectos, la estructura territorial de la ANC, de los consejos locales y de Òmnium constituirán la mejor base para su desarrollo. En muchos de estos proyectos, la estructura sectorial de la ANC ha de tener un protagonismo que hasta ahora no ha podido tener”. Paralelamente, “Òmnium, la Plataforma per la Llengua, la CAL (Coordinadora d’Associacions per la Llengua Catalana), el Ens de l’Associacionisme Cultural y muchas de las federaciones que están vinculadas, presentes por todo el país, pueden ser piezas imprescindibles para llevar adelante algunos proyectos y son la puerta de entrada para hacer llegar a miles de personas las propuestas de acciones derivadas de cada proyecto”. Lo mismo cabe decir de las organizaciones económicas, como las Cámaras de Comercio, las patronales, el Círculo de Economía o entidades privadas. “Son piezas fundamentales en los momentos decisivos”, subraya, por lo que habrá que sumarlas al movimiento.
Asalto a instituciones
La hoja de ruta prevé acciones y grandes campañas como “el descrédito del estado español en el ámbito internacional, el impulso de un discurso de derrota nacional española tipo Ggeneración del 98, la coordinación, a nivel estatal, con otras fuerzas republicanas, las posibles grietas jurídicas para abrir debates sobre temas como amnistía, autodeterminación o monarquía…”. Para cumplir con eso, cuenta con la experiencia adquirida, las sentencias de tribunales de otros Estados denegando extradiciones o de tribunales internacionales contrarias a España y la multiplicación de “herramientas de país”, como el asalto a instituciones, sean la Cámara de Comercio de Barcelona, gremios, universidades, entidades culturales, clubs deportivos, etc. Las resoluciones internacionales contra España, señala, han de ser “un elemento más dentro de la estrategia de reconocimiento del derecho democrático a instaurar el nuevo Estado”.

Un punto clave es la “utilización práctica” del concepto de “grupo objetivamente identificable” para acusar a España de atentar contra un colectivo étnico minoritario. Promete, así, “una campaña permanente contra el neocentralismo insolidario y jacobino del poder de Madrid” y la posibilidad de instaurar una “moneda digital catalana” que no esté basada “en una criptomoneda especulativa que deja a la deriva de los mercados su valor en los países que la adoptan”.
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Para el nuevo movimiento, es preciso fortalecer el papel del Consell de la República, el órgano áulico que preside Carles Puigdemont. El Consell se aprovecha como órgano que representa “la continuidad de la República catalana proclamada el 27 de octubre de 2017 en el Parlament de Cataluña”. Su papel será la “representación y proyección internacional de la República Catalana en el exilio, la construcción de la estructura institucional de la nueva República”. Su fortaleza es que está fuera de España. El MxI considera que “venimos de casi 6 años de desencanto, de frustración colectiva y sólo un proyecto sólido y realista puede hacer que la fuerza de la gente [que era el lema de las grandes movilizaciones del pasado] vuelva a ser el motor que necesitamos”. Reconoce que “el movimiento independentista, hoy, está fragmentado y, en general, desorientado”. No dispone que haya una nueva organización que sustituya a ANC y Òmnium. “Lo que hace falta es una hoja de ruta compartida y asumida por todos y una herramienta de coordinación que asegure la máxima eficacia”. El papel del MxI es ser “una estructura flexible, sin jefes visibles de forma permanente, pensada para definir y ejecutar los diferentes proyectos que han de generar las condiciones para instaurar la República Catalana y mantenerla hasta que obtenga el reconocimiento internacional”.
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Antonio Fernández. Barcelona
Esta plataforma se reactiva con esta Segunda Conferencia Nacional por el Estado Propio, que elegirá también una cúpula formada por un máximo de 9 dirigentes. Cada uno tendrá bajo su mando a 3 representantes que se integrarán en una Comisión Permanente, que controlará el funcionamiento de le entidad. Por “cuestiones de seguridad”, cada miembro de esa comisión debe designar a una persona que le sustituya “en caso necesario, especialmente si los titulares quedan imposibilitados de seguir ejerciendo su responsabilidad por efectos de la represión del Estado, que se intensificará a medida que avance el proceso de instauración de la República”. Señala en un escrito esta plataforma que “esta nueva hoja de ruta de país deja claro que el papel troncal le corresponde, ahora más que nunca, a la sociedad civil organizada y que los dos brazos del movimiento -partidos y Consell de la República- han de actuar de acuerdo con la estrategia general acordada por el conjunto del movimiento. Cuando se habla de sociedad civil organizada no nos referimos a la ANC o a Òmnium, las dos piezas claves de la primera etapa, sino a una nueva estructura de frentes y proyectos que se plantea en el proyecto de hoja de ruta y que representan una nueva forma de organización mucho más adecuada para hacer frente a la represión que el estado español intensificará en la medida en que el movimiento independentista vuelva a tomar la iniciativa”.
Foto: Uriel Bertrán (izquierda), entonces diputado por Solidaritat per la Independendencia, en una imagen tomada en el Parlament de Cataluña en 2011. (EFE/Alberto Estévez)
El hombre fuerte de la ANC que quiere dinamitar a los partidos independentistas
A. Fernández. Barcelona
Entre los impulsores de esa estrategia se encuentra Jaume Marfany, que había sido vicepresidente de la ANC entre 2013 y 2015 y había estado en la cúpula de la organización desde 2012. En una reflexión escrita el pasado 1 de junio, señalaba que lo más destacado de las últimas municipales es la sonora bofetada del electorado a los partidos independentistas. Marfany critica que la estrategia de la ANC pase por la llamada lista cívica. “La presidenta [Dolors Feliu] y Uriel Bertran [la mano derecha de la líder de la ANC] están haciendo desde hace meses toda una serie de actos que tienen como único objetivo vender las excelencias de la lista cívica. La estrategia va acompañada de un enfrentamiento directo con todos los partidos independentistas y la amenaza de presentar esta lista en competencia con las otras listas independentistas que se presenten a las próximas elecciones al Parlament”. Eso, afirma, “es la antítesis de lo que debería ser la ANC y del porqué fue creada. Es la antítesis de la transversalidad (…) Convierte a la ANC en una organización que fragmenta y divide al independentismo”. Marfany señala que la ANC ha perdido miles de afiliados en los últimos meses y que en la votación de su hoja de ruta hubo el 97,5% de abstención. Por tanto, “urge una profunda reflexión de los principales representantes del movimiento independentista”.

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