Declaración de inicio del proceso de creación del "Estado catalán independiente en forma de República y constitución del Govern de la Generalitat que la ha de aplicar:"
L’abril d’enguany vaig presentar una comunicació titulada “Consideraciones sobre el proceso soberanista en Catalunya (2010-2015)” a un seminari organitzat per la Fundación Sabino Arana a Bilbao. Posteriorment, vaig actualitzar-ne el contingut amb afegint-hi una valoració “De las elecciones municipales del 24 de mayo a las plebiscitarias del 27 de septiembre“, i avui incorporo al text breu apunt d’actualitat sobre la declaració del Parlament de Catalunya del proppassat 9 d’aqueix mes i les negociacions entre Junts pel Sí i la CUP per escollir un nou President de la Generalitat per tal de donar compliment al mandat parlamentari d’iniciar el procés de crear un estat català independent. La versió definitiva apareixerà al proper número de la revista Hermes editada per la FSA.
“Tras las elecciones del 27-S, la inciativa política está en manos de los independentistas, correspondiendo a Junts pel Sí i CUP la responsabilidad histórica de alcanzar un acuerdo sobre la hoja de ruta a seguir y la formación del Govern de la Generalitat que la habrá de aplicar y el President que lo tendrá que liderar.
Un primer paso en esta dirección fue la elección de Carme Forcadell, diputada de Junts pel Sí como presidenta del Parlament de Catalunya con el voto favorable de 77 diputados (72 independentistas más 5 de Catalunya sí que es pot) el 26 de octubre, en la misma sesión en la que se presentó una propuesta de resolución conjunta de los dos grupos parlamentarios independentistas que declare formalmente el inicio del proceso de creación del estado catalán independiente en forma de república:
“Primero. El Parlamento de Cataluña constata que el mandato democrático obtenido en las pasadas elecciones del 27 de septiembre de 2015 se basa en una mayoría en escaños de las fuerzas parlamentarias que tienen como objetivo que Cataluña sea un estado independiente y en una amplia mayoría soberanista en votos y escaños que apuesta por la apertura de un proceso constituyente no subordinado.
Segundo. El Parlamento de Cataluña declara solemnemente el inicio del proceso de creación de un estado catalán independiente en forma de república.
Tercero. El Parlamento de Cataluña proclama la apertura de un proceso constituyente ciudadano, participativo, abierto, integrador y activo para preparar las bases de la futura constitución catalana.
Cuarto. El Parlamento de Cataluña insta al futuro gobierno a adoptar las medidas necesarias para hacer efectivas estas declaraciones.
Quinto. El Parlamento de Cataluña considera pertinente iniciar en el plazo de treinta días la tramitación de las leyes de proceso constituyente, de seguridad social y de hacienda pública.
Sexto. El Parlamento de Cataluña, como depositario de la soberanía y como expresión del poder constituyente, reitera que esta cámara y el proceso de desconexión democrática del Estado español no se supeditarán a las decisiones de las instituciones del Estado español, en particular del Tribunal Constitucional, que considera falto de legitimidad y de competencia a raíz de la sentencia de junio de 2010 sobre el Estatuto de autonomía de Cataluña, votado previamente por el pueblo en referéndum, entre otras sentencias.
Séptimo. El Parlamento de Cataluña debe adoptar las medidas necesarias para abrir este proceso de desconexión del Estado español, de una forma democrática, masiva, sostenida y pacífica que permita el empoderamiento de la ciudadanía a todos los niveles y se base en una participación abierta, activa e integradora.
Octavo. El Parlamento de Cataluña insta al futuro gobierno a cumplir exclusivamente las normas o los mandatos emanados de esta cámara, legítima y democrática, a fin de blindar los derechos fundamentales que puedan resultar afectados por decisiones de las instituciones del Estado español, como los especificados en el anexo de esta resolución.
Noveno. El Parlamento de Cataluña declara su voluntad de iniciar negociaciones para hacer efectivo el mandato democrático de creación de un estado catalán independiente en forma de república, y acuerda ponerlo en conocimiento del Estado español, de la Unión Europea y del conjunto de la comunidad internacional.”
Posteriormente los grupos proponientes añadieron un anexo con las medidas que habrá de aplicar el futuro gobierno destinadas a blindar derechos fundamentales afectados por decisiones de las instituciones del Estado español en las siguientes materias: pobreza energética, vivienda, sanidad, educación, garantía de las libertades públicas, administraciones locales, refugiados, derecho al aborto y financiación de un plan de choque social y gestión de la deuda.
Los grupos parlamentarios del PP, Ciudadanos y PSC (PSC-PSOE) presentaron sendos recursos de amparo ante el Tribunal Constitucional con la finalidad que se impidiera el debate de estas proposiciones parlamentarias, pretensiones no les fueron estimadas y el 9 de noviembre, efectivamente, la declaración anteriormente transcrita fue aprobada por 72 votos a favor y 63 en contra.
El gobierno español, como ya había anunciado el presidente Mariano Rajoy, impugnó inmediatamente dicha resolución ante el Tribunal Constitucional, que fue admitida a trámite (y por consiguiente suspendida), en fecha 11 de noviembre, advirtiendose personalmente a la presidenta del Parlament, a los miembros de la Mesa, al secretario general y al presidente y todos los miembros del Govern de la Generalitat de la obligación de cumplir las resoluciones judiciales: “Se les advierte, asimismo, de su deber de impedir o paralizar cualquier iniciativa que suponga ignorar o eludir la suspensión acordada, apercibiéndoseles de las eventuales responsabilidades, incluida la penal, en las que pudieran incurrir”.
A esta respuesta judicial cabe añadir la configuración de un frente político en defensa de la integridad estatal formado por PP, PSOE, Ciudadanos y UpyD, al cual no se han adherido ni Podemos ni IU, partidarias de convocar un referéndum en Catalunya para resolver la nueva fase que se abre en el conflicto a partir de la resolución del Parlament de Catalunya anteriormente referenciada.
La falta de acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP para investir un President de la Generalitat que cumpla el mandato emanado del Parlament ha paralizado de hecho la eficacia del mismo tras ver rechazada Artur Mas su candidatura por dos veces (el 10 y el 12 de noviembre) por 62 votos a favor y 73 en contra. A partir de la fecha de la primera votación negativa la presidenta del Parlament dispone de dos meses, (esto es hasta el 10 de enero del 2016) para iniciar una nueva fase de consultas y proponer nuevamente un candidato. Sí ello no es posible deberán celebrarse nuevas elecciones, una opción que la CUP ha descartado formalmente en un documento titulado “Fil a l’agulla” donde sienta las bases para un acuerdo político de futuro con Junts pel Sí a partir de un triple lema: independencia, pobreza cero y basta de corrupción.
Este texto que recuerda en el fondo y en la forma los debate colectivos de las organizaciones de la izquierda abertzale (concretamente la campaña Erabakia ehuntzen/Hora de tejer voluntades, impulsada por la plataforma cívica Gure Esku Dago en noviembre del año pasado) ha de ser debatido en una asamblea nacional de la CUP prevista para el 29 de noviembre. Todo hace prever que se alcanzará un acuerdo con Junts pel Sí, incluso sobre el candidato Artur Mas, se evitarán nuevas elecciones y se pondrá en marcha el contenido de la declaración parlamentaria de inicio de proceso de creación del estado catalán ya que las afirmaciones de los dirigentes independentistas así lo han reiterado incluso después de conocerse la suspensión acordada por el tribunal Constitucional.
Ello es así porque la reiterada voluntad negociadora de la mayoría parlamentaria catalana no encuentra respuesta en las autoridades españolas y probablemente la “cuestión de Catalunya” se convertirá en un asunto pendiente en la agenda europea en los próximos tiempos, pues nada hace pensar que las causas que fundamentan el proyecto independentista se diluyan por razones ajenas al pueblo catalán.
Josep Lluís Carod Rovira ha resumido certeramente en un artículo titulado “Els canvis del canvi” (19) la multiplicidad de factores que convergen en la transformación multidimensional que Catalunya está experimentando como nación, que contrastan con el inmobilismo del sistema político español. Como se tendrá ocasión de contrastar en las próximas elecciones a Cortes convocadas para el 20 de diciembre.”
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