Saturday, May 24, 2008

La independencia de Catalunya es ineluctable e inevitable. Ha empezado la cuenta atrás!


Dependencia o independencia de Catalunya

Tras treinta años de democracia estable, sólidamente anclados en la Unión Europea y el euro, impensables los golpes de Estado, integrados en la globalización y prósperos, es hora de hacer balance sobre si le conviene a Catalunya seguir en España.

Salvo efusiones líricas, amenazas gonadales y acusaciones de delirio psiquiátrico (idénticas a las practicadas por la dictadura soviética), no se oye en España argumento alguno que justifique la dependencia de Catalunya. Los unionistas catalanes, salvo una cierta apelación a la resignación y la rutina, tampoco razonan, incluso recurren crecientemente al escarnio y la amenaza, aquí más próximos a los usos de la dictadura maoísta.

Es normal esta afasia, que se intenta ocultar bajo abundantes bramidos, pues el fundamento económico de la conveniencia de pertenecer a España ha desaparecido. Ya no es el Estado español quien tiene moneda y determina los tipos de cambio, los tipos de interés y los aranceles de importación y exportación. Ya no hay mercado español, lo ha absorbido el único europeo, y es Bruselas quien toma esas decisiones y se abre a la globalización, con el resultado inevitable de la disminución de la importancia relativa del antiguo mercado protegido: hoy Catalunya vende al resto del Estado menos del 40% de su producción, e importa de allí menos del 35%. A Catalunya la dependencia ya no le es compensada por el acceso privilegiado al mercado español, que además se ha convertido en arriesgado por ser el único en que los productos catalanes son boicoteados por el hecho de serlo (práctica del 21% de los madrileños, según ABC).

Sólo le queda a España un mecanismo de actuación económica, la inversión pública, y los datos y hechos son elocuentes: tras décadas de detraer cada año el 10% del PIB catalán sin invertir en Catalunya (19.200 millones de euros el 2005), se desploman los servicios públicos que gestiona España y llevan su E: RENFE, AENA, REE, ENDESA, etc. ¿Qué reciben los catalanes a cambio del expolio fiscal? Ni siquiera la transparencia, pues los balances fiscales, públicos en la Unión Europea, Alemania o Reino Unido, los ocultan en España tanto los gobiernos del PP como los del PSOE. ¿Qué esconden?

Tampoco a la hora de comprar empresas españolas es una ventaja estar en España, pues la toma de control catalana es bloqueada de una u otra manera, y contra ella se blande la Constitución y la xenofobia, que no se invoca frente a OPAs alemanas o italianas.

Al expolio del Estado y la explotación monopolística de los servicios públicos privatizados se añade la penuria de la Generalitat. Baste un dato: tras treinta años de autonomía, y para 7,5 millones de habitantes, el presupuesto catalán es de 32.000 millones de euros. Tras ocho años de autonomía, y para 5 millones de habitantes, el presupuesto escocés es de 46.000 millones de euros. Escocia en ocho años ha conseguido el doble por habitante de lo conseguido por Catalunya en treinta.

Mal negocio es hoy España para Catalunya: privada de política fiscal, crónicamente objeto de desinversión pública, discriminada hasta en tratados internacionales (esos que firma el Estado español prohibiendo que utilicen el aeropuerto de Barcelona los aviones desde o hacia Toronto, Miami, México, Bangkok, Kuala Lumpur, etc.), boicoteados sus productos, rechazados sus compradores como extranjeros hostiles, ¿a quién le interesa continuar la dependencia? ¿Alguien podría explicar alguna ventaja comparativa de la dependencia respecto a la independencia? (si puede ser, sin insultar).
El problema de Catalunya se llama España, que se dedica, mediante el aparato del Estado que los catalanes pagan, a bloquear todos sus proyectos: ni conexión ferroviaria del puerto con Europa, ni servicios públicos que funcionen, ni inversiones en infraestructuras, ni TGV a Europa, ni toma de control de empresas españolas, ni aeropuerto intercontinental, ni nada de nada.

Ya están conseguidos los objetivos modernizadores comunes a catalanes y españoles, España ya es democrática y europea, pero tan adversa a la diversidad como siempre, no se concibe como plurinacional sino como unitaria, y percibe a los ‘diferentes’ no como un activo a promover sino como una molestia a eliminar. Proclama que Catalunya es España, pero piensa y actúa que Catalunya es de España. Una posesión.

Intentamos de buena fe una corrección del expolio fiscal, el dominio político y la discriminación económica y cultural. Tendimos la mano para sólo recibir insultos, boicots y engaños, y un Estatuto que no se aplica ni cumple, pues este Gobierno español, como los anteriores, no tiene por qué cumplir la ley cuando afecta a Catalunya. No pasa nada, ya lo avalarán como siempre los Tribunales Supremo y Constitucional, que para eso los nombran el PP y el PSOE.
Se equivocan: bloqueada bajo España, maltratada en España, insultada por España, harta de España, a Catalunya sólo le queda un camino: la independencia.

España tiene mucho a ganar con un Estado catalán, perdería un miembro descontento y problemático pero ganaría un buen vecino y amigo, y podría superar los bloqueos que sufren las libertades y la democracia por causa de una estructura institucional concebida y practicada para asegurar el dominio de una mayoría nacional española sobre las minorías nacionales. Como ya advirtió Burke, es ese dominio la causa de las mayores corrupciones del orden constitucional.
Dijo Azaña que para mantener España unida había que bombardear Barcelona cada cincuenta años, método que calificaba de bárbaro pero efectivo. Los bombardeos ya no son posibles, y España no ha aprendido en su lugar el método de ganar la adhesión cordial e interesada de los catalanes. En el fondo, tanto da. Se ponga como se ponga, la independencia de Catalunya es ineluctable e inevitable. Mene Tequel Parsin. Ha empezado la cuenta atrás.

Alfons López Tena es vocal del Consejo General del Poder Judicial.

Artículo Publicado origináriamente en lengua castellana en el diario Público, Madrid, 16 de Octubre de 2007.

3 comments:

ian llorens said...

Jo encara em pregunto perquè tots els polítics catalans, començant per Ramon Berenguer IV, sempre s'han baixat els pantalons. Encara no m'ho explico.

DL said...

Una possible explicació, ja que parlem d'en Ramon Berenguer IV és aquell raonament segons el qual, més val ser el "major comte del món" que no pas un "rei menor". O dit d'una altra manera, més val ser la nació sense estat més forta d'Europa en qüestió d'identitat i força econòmica, que no pas ser un estat nacional menor en el marc de la Unió Europea. No cal dir que el raonament és suïcida. Però d'una mena de suïcidi certament lent, que fa nou segles que dura.

(Del comte Ramon Berenguer al diputat Artur Mas, juny del 2006)

Victor Garcia said...

Habláis de España como un país opresor y rancio, y sin embargo describís a Catalunya como el summum de la prosperidad mundial de forma pacífica y civilizada, pareciendo que, si no estuviese supuestamente oprimida, con el potencial y lo bueno que es el pueblo catalán, llegaría a ser una supernación: creo que vuestro ego sobrepasa vuestra capacidad de raciocinio.

Una de las frases del segundo párrafo, la cual resume el eje vertebrador del artículo, reza: "le conviene a Catalunya seguir en España?". A-co-jo-nan-te. Rancio, egoísta, interesado, de ultraderecha,... De verdad que este tipo de frases no las esperaba de una persona que defiende a un pueblo "tan abierto, progresista y ejemplo internacional" ¿Cómo que si le conviene? Los catalanes, gallegos, valencianos, andaluces, etc, etc, somos una gran familia que se llama España (o Espanya, que también vale). Si cuando mi hermano y yo estamos en desacuerdo y mi padre decide a favor de él, no pienso: ¿me conviene que mi padre sea mi padre porque no decide siempre a mi favor? Como no hace lo que yo digo, pues les mando a freir espárragos y que se busquen la vida.

En este artículo se compara con cifras el caso de Catalunya al caso de irlandés, ¿por qué solo se realiza la comparación de la financiación? ¿No os dais cuenta que está totalmente dirigida, que son casos que no pueden ser comparables con un solo dato (partiendo de la base que ni los sueldos de los trabajadores, ni la tasa de paro, etc. son iguales que los de Catalunya)?. Esta comparación del artículo es una flagrante MANIPULACIÓN de la información.

Estic segur de que no tots els catalans pensen de la mateixa manera i no es més català el més independentista.

JO SOC ESPANYOL

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