Friday, December 13, 2013

1º Catalunya será aportadora neta a las arcas de la UE

Si allò que diu aquest senyor -que deu ser un savi, i a més és alemany- va a missa, ara que som en temps d'Advent, podem esperar amb gois dos Messies: Jesús i la Independència. Val la pena llegir-lo, guardar-lo i enviar-lo a l'estranger, això és: Espanya.
 
 
  

Jarro de agua fría para el gobierno español…
Europa em
Peppieza a comprender que el proceso hacia la libertad del pueblo catalán no es broma. De manera empírica son muchos lo europeístas que ven con buenos ojos la independencia de Catalunya por dos motivos básicos.
Catalunya será aportadora neta a las arcas de la UE
Una España sin Catalunya se verá obligada a, por fin, hacer cambios en su estructura de estado, eliminar autonomías y los privilegios económicos que disfrutan Madrid y Euskal Herria.
El profesor Roland Vaubel:
El derecho de secesión es necesario para tener las unidades políticas que reflejen las preferencias de los ciudadanos. Lo dice el prestigioso economista Roland Vaubel, asesor del Ministerio de Economía del gobierno alemán y profesor de la Universidad de Manheim, en un estudio reciente. El mes pasado publicó este estudio, titulado La economía política de la secesión en la Unión Europea, que analiza los procesos de independencia en la Europa occidental, poniendo atención sobre todo en Catalunya y Escocia. Vaubel considera que las ganancias de estos procesos serán más grandes, para todas las partes, que no los inconvenientes.
El profesor opina que garantizar el derecho de secesión es la manera de hacer que las unidades políticas (no habla de fronteras) se adecuen más a lo que quieren los ciudadanos, porque lo que ha dado forma a la mayoría de las fronteras actuales son los accidentes de sucesión dinástica y las conquistas militares brutales. Vaubel considera que las reglas de la secesión se deben acordar y aplicarse internacionalmente, de tal manera que el estado escindido tenga la obligación de respetar las minorías y de mantener la libertad de circulación de capital y de mercancías. Y de una manera que haga explícitas las reglas sobre cómo se deben dividir los activos y los pasivos los dos estados resultantes del proceso.
Pero también alerta de que en los casos de secesión no puede haber por ahora un árbitro imparcial, porque encuentra que ‘las organizaciones internacionales tienen interés en la centralización. Son sesgadas contra la secesión.
No hay base para decir que Cataluña quedaría fuera de la UE.
Y en este sentido Vaubel critica los principales dirigentes de la Unión Europea que han hecho declaraciones diciendo que Catalunya y Escocia quedarían fuera de la UE y deberían pedir la readmisión. Se refiere a declaraciones hechas por José Manuel Barroso y su predecesor, Romano Prodi, además de Viviane Reding, Herman Van Rompuy y Martin Schultz. Su posición no tiene fundamento de acuerdo con los tratados europeos. Tampoco hay ningún precedente en la legislación de la UE. Ni esta cuestión se ha resuelto nunca en ningún acuerdo de la ONU ni de la Convención de Viena. Tan sólo son casos prácticos, y varían entre las organizaciones internacionales.
Vaubel es partidario de seguir la solución que ofrece la Convención de Viena en estos casos, es decir, que los tratados vigentes en el momento de la secesión continúen en vigor en todos los estados que se derivan del proceso. Y dice: “Si Catalunya se separa de España y Escocia del Reino Unido, todos continuarán formando parte de la Unión Europea. Tanto el estado escindido como el otro deberán acordar cómo se reparten los derechos y las obligaciones. Si no cumplieran las obligaciones, tanto el uno como el otro podrían ser expulsados de la organización internacional. Y siempre podrían renegociar con los demás estados miembros de la UE sus obligaciones cuando lo consideraran oportuno.
 
 
Desmonta los argumentos del no:
En el estudio desmonta algunas de las objeciones que se hacen contra la secesión. Por ejemplo, la de que no se respetarán los derechos de las minorías. ‘No hay ninguna razón para suponer que la mayoría de la gente en la región secesionista sea menos tolerante que la mayoría de la gente en el estado predecesor. Al contrario, como que el estado escindido es más pequeño que no lo predecesor, a las minorías en este nuevo estado les será más fácil de salir y es más probable que sean tratadas con más tolerancia que no las minorías en el estado predecesor. ‘
Y hace esta consideración: ‘No habría problemas de derechos humanos si Escocia, Catalunya, el País Vasco, Galicia, Flandes, Córcega, el Sur del Tirol o la Macedonia griega se independizaran. El artículo 2 del Tribunal de la UE protegería las minorías con más eficacia si obligara a los Estados miembros a garantizar el derecho de secesión de sus regiones, de la misma manera que el artículo 50 asegura a los Estados miembros el derecho de ir se de la Unión. ‘
En este punto, recuerda que hay muchos estados (entre los que no está España) que respetan los derechos de las minorías justamente porque ‘son países que deben la existencia a la secesión: Suiza (1291), Suecia (1523), Países Bajos (1579), Grecia (1827), Bélgica (1831), Noruega (1905), Finlandia (1917), Irlanda (1922/1944), Islandia (1944), los países del Báltico (1990), Eslovenia (1991) , Croacia (1991), Bosnia-Herzegovina (1992) y Montenegro (2006) ‘.
Razones económicas de peso:
‘En la mayoría de los casos, los estados que se independizan tienen unos ingresos por cabeza más altos que el resto’, recuerda Vaubel. ‘No es ninguna coincidencia. Las regiones más prósperas como Catalunya son contribuyentes netos. Subvencionan las otras regiones con el sistema de impuestos y transferencias. Se desarrolla, por tanto, un gran interés en la secesión. Por ejemplo, la rotura de Yugoslavia comenzó con la secesión de Eslovenia y de Croacia. En Europa occidental, Flandes y Catalunya son un buen ejemplo. ‘
En este caso recuerda que para muchos autores es condenable la reducción de las transferencias interregionales que puede implicar la secesión. ‘Con todo-dice-, el derecho de secesión no para la redistribución interregional. Tan sólo la limita. ‘Y razona esta afirmación: el derecho de secesión esgrime cuando la contribución económica que hace un territorio al resto del estado es mayor que los beneficios que obtiene por el hecho de pertenecer a ella. Según Vaubel, el derecho de secesión permite detener los perjuicios de la redistribución interregional para las regiones que contribuyen en exceso.
Recuerda también que los estados tienen más interés en el libre comercio, en los movimientos de capital. ‘Un país pequeño depende más de las importaciones y, como no puede intervenir en los precios del mercado mundial, el arancel óptimo es cero.’
NO HAY QUE DECIR NADA MÁS…
NO BUSQUE ESTA NOTICIA EN LA PRENSA DE MADRID.

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